Hombre nuevo, hombre nuevo, ésos son los dolores que vas a sentir en la tumba
durante el tiempo más o menos largo que permanezcas en ella; pero, como has puesto el pie en el camino, sabrás a quién deberás pedir ayuda para mantenerte y podrás esperar todos los consuelos y todas las evoluciones del que te ha dado el ejemplo en sí mismo y el medio de entrar en la tumba del espíritu. Sí, Divino reparador, tú eres el único que has conservado en su corrección todos estos elementos de la regularidad y de la perfección. Además, sólo en ti y por ti podemos ser instruidos en la marcha de los seres y de sus diferentes leyes progresivas para volver a la luz.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .