Lo mismo sucede con todas las polaridades: lo negativo y lo positivo, el amor y

el odio, la belleza y la fealdad, el día y la noche, el verano y el invierno, y también es el caso del hombre y la mujer. El hombre no puede existir sin la mujer y la mujer no puede existir sin el hombre. Forman parte de un proceso dialéctico. Entre estos dos polos hay tanta atracción como repulsión, porque la atracción y la repulsión no pueden existir separadas. Por eso te sientes atraído hacia la mujer o hacia el hombre y, al mismo tiempo, repelido. Una parte de ti quiere estar con la mujer, una parte de ti quiere estar solo. Siempre estás titubeante.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

Índice