El alquimista obtenía asimismo la disolución poniendo las sustancias en un baño mercurial. Como escribe
Síarkey (= Eireneus Philalethes), «el principal fundamento de la transmutación es la posibilidad de reducir todos los metales y los minerales que son de naturaleza metálica a su primera materia mercurial»4. Un tratado atribuido a Alfonso, rey de Portugal, precisa que «nuestra disolución no es más que el hecho de devolver el cuerpo a la humedad (...). El primer resultado de esta opinión es la reducción del cuerpo al Agua, es decir, al mercurio, que es lo que los Filósofos llaman solución y que es el fundamento de la Obra entera». Según ciertos autores, la disolución sería la primera operación; según otros, sería la calcinación, la reducción a lo amorfo mediante el Fuego. Sea como fuere, el resultado es siempre el mismo: la «muerte».
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .