Por esto si yo pudiera os arrastraría hasta el jardín por fuerza o por cualesquiera
otros medios, porque una vez hubieseis echado una mirada al interior del jardín y percibido tan sólo una pasajera visión, nunca ya os satisfaría el externo efecto de las cosas; siempre querríais volver para gozar de aquella visión, ampliada, glorificada, y extendida; y mil terrores os acosarían si estuvieseis fuera. En el momento en que entréis en esta morada de lo Eterno, ya no tendrán importancia aquellos terrores ni las fútiles cosas y se desvanecerán las dudas, las inquietudes y los pasajeros sufrimientos; porque entonces viviréis en el oculto mundo donde sólo viven unos pocos, únicamente los que en realidad sufren, los que buscan conocimiento, los verdaderos creyentes e investigadores. Debéis ir a dicho mundo porque es el único mundo duradero, el único mundo donde podéis hallar la Verdad. En otros mundos estáis sujetos a crear aflicción, supersticiones, dogmas y todas las irrealidades que crea cada uno de nosotros. En aquel mundo cesáis de existir individualmente. Sois entonces parte de todas las cosas, parte de la más diminuta hoja y el más alto y corpulento árbol, porque sois parte de El y el mundo aquel es Su jardín, Su morada, Su Reino, el eterno Reino de la perenne Felicidad.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .