Pero habéis preferido seguir caminos ilusorios y seductores, habéis preferido las imágenes de la verdad

a la misma verdad y, lo que es peor, no os habéis preocupado de analizar de qué mano os venían esas imágenes y os habéis creído obligados a adornar vuestras moradas con el brillo de sus colores, os habéis creído obligados a engalanaros vosotros mismos con ellos, sin pensar que con eso os comprometíais a observar las leyes, las órdenes y las voluntades de quien os enviaba estas decoraciones.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice