Pues el privilegio del gran nombre que se te ha dado consiste en abarcar así

toda la circunferencia, esperando que abarque en principio tu primer corazón; después, tu cabeza; después, tu segundo corazón; después, toda tu persona, de la que hace también un cuaternario activo, cuyo centro es siempre él, y que es el tipo de cuaternario universal y, como lo único que desea es mantener todo tu ser en una actividad total, te pone en todos los momentos de tu vida en el caso de hacer que salgan de todas tus diversas facultades tantas palabras de orden y de regularidad, que hacen que el enemigo se ponga siempre a temblar en tu presencia.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice