Las meditaciones que se ocupan de la energía del oído son meditaciones femeninas, pasivas: solo

tienes que escuchar, sin hacer nada. Escuchas a los pájaros, el viento que pasa por los pinos o alguna música, o el ruido del tráfico; simplemente escuchas, sin hacer nada, y llega un gran silencio, una gran paz empieza a descender, a irradiar sobre ti. Desde el oído es más fácil que desde el ojo. Es más fácil con el oído porque el oído es pasivo, no-agresivo: no puede hacer que suceda nada, solo puede dejar que suceda. El oído es una puerta: permite.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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