Se puede reconocer en algunos de estos signos que esos tiempos han empezado ya en
la tierra, por la multitud de visiones, de inspiraciones, de asociaciones espirituales que se levantan por todas partes y que, devorándose unas a otras, se precipitan mutuamente hacia la destrucción. Se puede reconocer también en que la mayor parte de estos prodigios alejan mucho más el espíritu del hombre de la única ruta simple e interior que podría salvarlo. Además, se nos dice en el evangelio que, a pesar de todas estas maravillas predichas para el fin de los tiempos, no habrá, sin embargo, fe en la tierra.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .