El crimen lo mismo puede perpetrarse en pensamiento que en acción. Quien por cualquier causa

odia a otro, que gusta vengarse y no perdona las injurias, está poseído del espíritu del homicidio, aunque no se dé cuenta de ello. Quien se doblega a falsas creencias y somete su conciencia a una institución humana, blasfema de su divino ser, y por lo tanto "invoca el nombre de Dios en vano aunque no preste juramento alguno. Quien desea o simpatiza con los deleites sensuales, sea en el trato conyugal o fuera de él, es el verdadero adúltero. Quien no presta al prójimo los conocimientos, bondades y auxilios que prudentemente pudiera otorgarle, y vive para acumular riquezas materiales, es el verdadero ladrón. Quien difama, calumnia y rebaja el carácter de su prójimo en toda especie de falsedades, es también un ladrón y de la peor índole.

H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .

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