«Usted ha dicho una y otra vez que la mente, o si lo prefiere, el
cerebro, debe vaciarse a sí mismo de todo el conocimiento que ha reunido, no sólo para ser libre sino para poder comprender algo que no es del tiempo ni del pensamiento ni de acción alguna. Usted ha dicho esto de diferentes maneras en la mayoría de sus pláticas, y yo encuentro terriblemente difícil de captar no sólo la idea, la profundidad de ello, sino el sentimiento de silencioso vacío si puedo usar esa palabra. Jamás he podido tantear mi camino en ello. He intentando diversos métodos para terminar con el parloteo de la mente, con la incesante ocupación en una cosa u otra y con los problemas que crea esta misma ocupación. Y del modo en que uno vive, está atrapado en todo esto. Esta es nuestra vida cotidiana: el tedio, la charla permanente que tiene lugar en una familia; y cuando no se charla está la televisión o un libro. La exigencia de la mente parece ser la de hallarse ocupada, la de moverse de una cosa a otra, de un conocimiento a otro, de una acción a otra con el constante movimiento del pensar».
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .