Entre los primeros, muchos son Iniciados de diversos grados, algunos de ellos miembros de la
Gran Logia Blanca, la Hermandad del Thibet o del Himalaya, como se la llama frecuentemente (I) (Algunos miembros de esta Logia han dado origen a la Sociedad Teosófica), mientras que otros pertenecen a diferentes logias ocultas extendidas por el mundo, cuyo color característico varía desde el blanco hasta el negro pasando por todos los matices del gris (II) (Los ocultistas desinteresados, consagrados por completo al cumplimiento de la voluntad divina, o que trabajan por adquirir esas virtudes, se llaman blancos. Los egoístas que trabajan contra el fin divino se llaman negros. La abnegación que irradian el amor y la devoción caracterizan a los primeros; y el egoísmo, el odio y la arrogancia son los signos de los segundos. Entre ambos hay clases cuyo motivo es mixto, que no han comprendido claramente la necesidad de evolucionar hacia el Ser Único o hacia el Yo separado. A estos les llamamos grises, y se dirigen a uno u otro de ambos grupos indicados.) Todos son hombres que viven en un cuerpo físico y que han aprendido a despojarse a voluntad de su envoltura corpórea para obrar, en plena conciencia, en su astral.
Annie Besant . La sabiduría antigua .