«Os conviene que yo me vaya, porque, si no me voy, el consolador no va

a venir a vosotros; pero, si yo me voy, os lo enviaré». ¿Cómo iba a nacer en nosotros el consolador o la obra efectiva, si la voluntad, el amor y la palabra no nos lo envían? ¿Y cómo nos lo iba a enviar esta palabra, si no volviese a su padre, de donde ha nacido?.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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