Érase una vez un osito polar que le preguntó a su madre: —¿Papá también era

un oso polar? —Pues claro que tu padre era un oso polar. —Pero mamá, dime una cosa: ¿el abuelo también era un oso polar? —añadió el osezno al cabo de un rato. —Sí, también era un oso polar. Pasa otro rato y el osezno pregunta: —¿Y mi bisabuelo también era un oso polar? —Sí, también. ¿Por qué me lo preguntas? —Porque estoy muerto de frío.

Osho . El libro del ego .

Índice