La pregunta es: ¿Está la verdad en las religiones, en las teorías, en los ideales

y las creencias? Examinémoslo. ¿Qué entendemos por religión? Ciertamente, no la religión organizada, no el hinduismo, el budismo o el cristianismo, que son todas creencias organizadas, con su propaganda, conversión, proselitismo, compulsión, etc. ¿Hay alguna verdad en la religión organizada? Puede absorber la verdad, atraparla en su red, pero la religión organizada, en sí misma, no es verdadera. Por consiguiente, la religión organizada es falsa, separa a los seres humanos. Usted es musulmán, yo soy hindú, otro es cristiano o budista, y reñimos, nos asesinamos entre nosotros. ¿Hay alguna verdad en eso? No estamos discutiendo la religión como búsqueda de la verdad; consideramos si existe verdad alguna en la religión organizada. Estamos tan condicionados por la religión organizada para pensar que en ella está la verdad, que hemos llegado a creer que por llamarse uno hindú, es «alguien» o que encontrará a Dios. ¡Qué absurdo, señor! Para encontrar a Dios, para dar con la realidad, tiene que haber virtud. La virtud es libertad, y sólo siendo libres podemos descubrir la verdad, no cuando estamos presos en manos de la religión organizada, con sus creencias. Y, ¿hay verdad alguna en las teorías, en los ideales y en las creencias? ¿Por qué tienen ustedes creencias? Es obvio; porque las creencias les brindan seguridad, consuelo, certidumbre, una guía. En sí mismos están atemorizados, quieren que se les proteja, quieren apoyarse en alguien; por lo tanto, crean el ideal, el cual les impide comprender lo que es. En consecuencia, el ideal se vuelve un obstáculo para la acción.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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