Naturalmente, se despertó la curiosidad de la mujer: una cosa tan práctica. La serpiente
la convenció. La serpiente es el primer vendedor. Los vendedores no van a los hombres; solo llaman a la puerta cuando el hombre se ha ido a la oficina. Hay que persuadir a la mujer. Solo la mujer tiene oídos.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .