La adoración de Dios, ¿no es verdadera religión? Primero que nada, veamos qué no es
religión. ¿No es ésa la manera correcta de abordarlo? Si pudiéramos comprender qué no es religión, entonces tal vez comenzaríamos a percibir otra cosa. Es como limpiar una ventana sucia uno comienza a ver muy claramente a través de ella. Veamos entonces si podemos comprender y eliminar de nuestras mentes aquello que no es religión (no digamos: “Pensaré al respecto”, para jugar meramente con las palabras). Ustedes tal vez puedan hacerlo, pero las personas mayores ya están casi todas atrapadas se han establecido cómodamente en aquello que no es religión, y no quieren que se las perturbe. Por lo tanto, ¿qué no es religión? ¿Han reflexionado alguna vez al respecto? Una y otra vez les han dicho a ustedes qué cosa se supone que es la religión creencia en Dios y muchísimas cosas más- pero nadie les ha pedido que descubran lo que la religión no es, y ahora ustedes y yo vamos a descubrirlo por nosotros mismos. Cuando me escuchan, o escuchan a alguna otra persona, no acepten meramente lo que se está diciendo; presten toda su atención para poder discernir la verdad en lo que se expresa. Una vez que perciban por sí mismos lo que no es religión, entonces ningún libro, ningún sacerdote podrá embaucarlos a lo largo de sus vidas, ningún sentimiento de temor creará una ilusión en la que puedan creer o a la que puedan seguir. Para descubrir lo que no es religión, tienen que comenzar en el nivel de cada día, y después pueden ir ascendiendo. Para llegar lejos tienen que empezar cerca, y el paso más cercano es el más importante. Entonces, ¿qué no es religión? ¿Es religión la práctica de ceremonias? Practicar puja una y otra y otra vez, ¿es eso religión? La verdadera educación consiste en aprender cómo pensar, no qué pensar. Si uno sabe cómo pensar, si realmente tiene esa capacidad, entonces es un ser humano libre libre de dogmas, supersticiones, ceremonias- y, por tanto, puede descubrir qué es religión. Las ceremonias, obviamente, no son religión porque, al practicar ceremonias, ustedes sólo están repitiendo una fórmula que les ha sido transmitida. Pueden encontrar cierto placer en practicar ceremonias, tal como otros lo encuentran en el fumar o en el beber; pero, ¿es religión eso? Al practicar ceremonias, están haciendo algo acerca de lo cual nada saben. Sus padres y sus abuelos lo hacen; en consecuencia, ustedes lo hacen, y si no lo hicieran ellos los reprenderían. Eso no es religión, ¿verdad? Y, ¿qué es un templo en su interior? Una imagen esculpida que un ser humano ha moldeado según su propia imaginación. La imagen puede ser un símbolo, pero sigue siendo tan sólo una imagen, no es la cosa real. Un símbolo, una palabra, no son la cosa que representan. La palabra “puerta” no es la puerta, ¿correcto? La palabra no es la cosa. Acudimos al templo para adorar ¿qué? Una imagen que, supuestamente, es un símbolo; pero el símbolo no es la cosa real. Entonces, ¿por qué vamos al templo? Estos son hechos; yo no estoy condenando nada. Y, puesto que se trata de hechos, ¿por qué preocuparnos de aquellos que van al templo, si son tocables o intocables, brahmanes o no brahmanes? ¿A quién le importa? Ya lo ven, las personas mayores han convertido el símbolo en una religión por la cual están dispuestos a reñir, a combatir y a matarse sin piedad; pero Dios no se encuentra ahí. Dios jamás es un símbolo. Por lo tanto, adorar un símbolo o una imagen no es religión. ¿Y es religión la creencia? Esto es más complejo. Empecemos cerca, y entonces iremos un poco más lejos. ¿Es religión la creencia? Los cristianos creen de una manera, los hindúes de otra, los musulmanes de otra, y de otra también los budistas, y todos ellos se consideran a sí mismos personas muy religiosas: todos tienen sus templos, sus dioses, sus símbolos, sus creencias. Y, ¿es eso religión? ¿Es religión el creer en Dios, en Rama, en Sita, Ishwara y toda esa clase de cosas? ¿Cómo adquirimos una creencia semejante? Uno cree porque el padre y el abuelo de uno creen; o, habiendo leído lo que se supone ha dicho algún maestro como Shankara o Buda, uno cree en ello y afirma que es verdadero. Casi todos ustedes creen en lo que dice el Gita; por eso no lo examinan clara y sencillamente como lo harían con cualquier otro libro, no tratan de descubrir qué hay de verdadero en ello. Hemos visto que las ceremonias no son religión, que ir a un templo no es religión, y que no es religión la creencia. La creencia divide a la gente. Los cristianos tienen creencias y así se han dividido tanto de aquellos que tienen otras creencias como entre ellos mismos. Los hindúes están perpetuamente llenos de hostilidad, porque creen de sí mismos que son brahmanes o no brahmanes, esto o aquello. De modo que la creencia engendra enemistad, división, destrucción. Y eso, obviamente, no es religión. Entonces, ¿qué es religión? Si hemos limpiado el cristal de la ventana lo cual implica que realmente hemos dejado de practicar ceremonias, que hemos abandonado todas las creencias y no seguimos más a ningún líder o gurú- entonces nuestra mente, como el cristal, está limpia, pulida, y a través de ella podemos ver con mucha claridad. Una vez que la mente esté despejada y limpia de imágenes, de rituales, de creencias, de símbolos, de todas las palabras los mantrams y sus repeticiones- y de todo temor, entonces lo que veremos será lo real, lo intemporal, lo eterno, a lo cual podemos llamar Dios. Pero esto requiere un inmenso discernimiento, comprensión, paciencia, y es sólo para aquellos que realmente investigan que es la religión y prosiguen haciéndolo día tras día hasta el fin. Los demás, lo que hacen es meramente pronunciar palabras, lucir todos sus ornamentos y decoraciones corporales, practicar sus pujas y tañer las campanas y todo eso es nada más que superstición carente de cualquier significado. Sólo cuando la mente se rodela contra toda la llamada religión, sólo entonces descubre lo real.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .