Aquellos que sabían -y la gente en los días de los Upanishads sabía- decidieron que

"No hay que juzgar al sabio". Una vez que una persona ha adquirido un centro en sí misma, cuando una persona ha alcanzado la meditación, cuando una persona se ha vuelto silenciosa y ha abandonado la mente, está más allá de nuestra moralidad, más allá de la tradición. Trasciende nuestras limitaciones. Si podemos seguirle, le seguimos; si no podemos seguirle, no podemos. Pero no podemos hacer nada y no deberíamos juzgar.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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