Cuando decimos: ‘veo que no tengo que condenar’, ¿qué queremos decir con esa palabra ‘veo’?

Por favor, seguid esto algo despacio. Estoy examinando la palabra ‘veo’. ¿Qué queremos significar con ella? ¿Cómo vemos una cosa? ¿Vemos el hecho a través de las palabras? Cuando digo ‘veo que es absurdo condenar’, ¿lo veo? ¿O es que estoy viendo las palabras ‘no debo condenar’? No veo el hecho real de que el condenar no lleva a ninguna parte ¿verdad? No sé si me estoy expresando claramente. La palabra ‘puerta’ no es la puerta ¿verdad? La palabra no es la cosa; y si confundimos la cosa con la palabra, entonces no la vemos. Mas si podemos apartar la palabra, podremos mirar la cosa misma. Si veo todo lo que implica el catolicismo, el comunismo si veo la cosa no la palabra , entonces la he comprendido, he terminado con ella. Pero si me aforra a la palabra, entonces la palabra es un impedimento para ver. La mente, pues, debe estar libre de la palabra, para ver el hecho. Tengo que ver el hecho de que la condenación, de cualquier clase que sea, impide a la mente el ver realmente algo. Si sólo condeno la ambición, no veo toda la anatomía, la estructura de la ambición. Si la mente quiere comprender la ambición, tiene que cesar de condenar; tiene que haber la percepción del hecho, sin resistirlo, sin negarlo. Entonces el ver el hecho tiene su propia acción. Si veo el hecho de toda la estructura de la ambición, entonces el hecho mismo revela a la mente lo absurdo, la dureza, la naturaleza infinitamente destructiva de la ambición; y la ambición se desprende; no tengo que hacer nada al respecto. Y si veo, íntimamente, la plena significación de la autoridad, si la estudio, si la vigilo, si penetro en ella, jamás rechazando, jamás aceptando, sino viendo, entonces la autoridad se extingue.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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