En el siglo XVII, los jesuitas del Colegio Romano se encontraban en un dilema: por

un lado, no les satisfacía el modelo aristotélico-tolemaico del cosmos esférico geocéntrico. Pero por otra parte, pesaba sobre ellos la condena del copernicanismo. Ante este dilema, muchos de ellos optaron por aceptar en sus enseñanzas el modelo ecléctico de Tycho Brahe. Este modelo salvaba, por una parte la centralidad de la Tierra en el cosmos ordenado y geométrico de órbitas circulares; y por otro, consideraba un sistema al Sol como centro en torno al cual giraban todos los planetas. Este es el modelo adoptado por Kircher. Una prueba fehaciente se encuentra en el frontispicio de la segunda edición de Iter Exstaticum (1660), tal como se ha mostrado más arriba.

Athanasius Kircher . El Geocosmos .

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