Antes de abandonar esta triste región recordaremos que no hay en ella castigos arbitrariamente infligidos

por lo exterior, sino que son inevitable efecto de las causas que ha puesto en juego cada uno. Durante su vida física, esos hombres cedieron a los más viles impulsos, atrajeron y asimilaron a su cuerpo astral los materiales que únicamente pueden vibrar en respuesta a esos impulsos.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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