Verás que está construida con forma cuadrada, que es igual en longitud que en anchura

y que la medida de la muralla es de ciento cuarenta y cuatro codos de medida de hombre, para hacerte comprender que sobre las medidas adecuadas, a la vez ternarias, cuaternarias y septenarias, de tu esencia sagrada, se debe elevar esta ciudad eterna de la paz y de los consuelos, porque tú eres la única con quien la fuente eterna de todos los números y todas las medidas tiene relaciones muy próximas, porque ha querido hacer de ti su representante entre los pueblos y entre todas las regiones del universo visible e invisible. Reconocerás que tú misma eres el tabernáculo de Dios con todos los que habitan en ti y que por eso es por lo que quiere quedarse en ti, para que seas su pueblo y, al quedarse él en ti, sea tu Dios.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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