Por lo tanto, la mente tiene que morir para todo lo que ha acumulado para
todos los hábitos, para las virtudes imitadas, para todas las cosas en que confiaba a fin de sentirse segura. Entonces ya no está atrapada en la red de su propio pensar. Al morir de instante en instante para el pasado, la mente adquiere lozanía; por lo tanto, jamás puede deteriorarse ni poner en movimiento la ola de la oscuridad.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .