Los asur constituyen una tribu de herreros que vivían probablemente al norte de Penjab. De
allí fueron expulsados por los invasores arios hacia su residencia actual en las montañas de Chota Nagpur. Walter Rubén ha demostrado las probables relaciones existentes entre los asur y los asura de los himnos védicos, enemigos de los dioses (deva), con los cuales sostenían innumerables combates. Puede fácilmente calcularse el interés de las tradiciones mitológicas concernientes a los forjadores asur conservadas por los pueblos vecinos munda y dravídico (oraones). Para el propósito que nos anima importa subrayar ante todo el motivo del sacrificio humano asociado a la metalurgia, motivo a medias velado en las leyendas que acabamos de señalar. En su forma actual, estos mitos nos llaman la atención por el odio al hierro y a la metalurgia. A juicio de sus pueblos vecinos, los herreros asur encontraron en el fuego de sus hornos una muerte merecida, porque con el humo de los mismos habían molestado e irritado al dios supremo. Se adivina en este odio al trabajo del herrero la misma actitud negativa y pesimista presente, por ejemplo, en la teoría de las edades del mundo, en la cual la edad del hierro es considerada como la más trágica y al mismo tiempo la más vil. No puede excluirse el suponer a tal actitud un fundamento histórico. La edad del hierro se ha caracterizado por una sucesión ininterrumpida de guerras y masacres, por la esclavitud en masa y por un empobrecimiento casi general. En la India, como en los demás sitios, hay una mitología que solidariza a los trabajadores del hierro con las diversas categorías de gigantes y demonios: todos son enemigos de unos dioses que representan otras «edades» y otras tradiciones.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .