Yo no existo y, si durante un momento tú tampoco estás allí, se producirá un

encuentro: dos vacíos se unirán. Recuerda: sólo dos vacíos pueden encontrarse; no hay otra fusión posible. Siempre que hay una unión, se trata de dos vacíos fusionándose. El yo es muy sólido, demasiado sustancial para fusionarse. Entonces, puedes luchar, chocar, pero no puedes reunirte con otro. Puedes pensar que ese choque entre dos voces es una reunión; y es una especie de reunión: se juntan, pero nunca están realmente juntos. Se encuentran y aun así no se encuentran. Se tocan uno al otro y aun así permanecen intactos. Tu vacío interior permanece como tierra virgen: no ha sido penetrado. Pero, cuando el yo no está allí, cuando no sientes mucho "yo", cuando no estás pensando para nada en ti, eso es lo que Buda llama anatta: no individualidad. Fue muy mal interpretado. En la india la gente hablaba de atman: el sí mismo, el sí mismo supremo. Todo el mundo buscaba el supremo sí mismo, la forma de transformarse en el sí mismo fundamental. Y entonces viene Buda y dice que no hay sí mismo que alcanzar y que es mejor la no individualidad. Su enseñanza no podía ser aceptada. Buda fue expulsado de su país. No se lo aceptaba en ninguna parte. Un Buda siempre es expulsado. Adondequiera que vaya, lo expulsarán, pues te golpea tan profundamente que no puedes tolerarlo. Dice que no existes. Cuando estás vacío, cuando no hay más que vacío, se produce el encuentro. Cualquiera que sea capaz de vaciarse se fusionará. Y ésta es la única forma de hacerse uno con la existencia. Puedes llamarlo amor, puedes llamarlo devoción, puedes llamarlo meditación, o como más te guste. Tú estás aquí porque la vida se te ha dado así. Yo estoy aquí porque la vida se me ha dado así.

Osho . El Dios de todos .

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