Cuando se dio la orden «Hágase la Luz», la primera actividad fue la obediencia. Surgió

la luz en cantidades ilimitadas, y así ocurre con todo lo que se refiere a la actividad exterior del único Principio Activo: Dios. Quiero decir que la primera actividad de todo lo externo es la obediencia perfecta a la presencia «YO SOY», pues sólo así se puede expresar armoniosamente la esencia pura.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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