Las dos obras más importantes de Kircher en el campo del magnetismo son el Magnes
sive de arte magnetica (Roma, 1641) y el Magneticum naturae regnum (Amsterdam, 1667). En estas obras, Kircher rechaza la teoría del gran estudioso del magnetismo, William Gilbert (1544-1603), según la cual la Tierra sería un imán gigantesco, que expondría en su obra más conocida, Tractatus sive de Physiologia nova de Magnete. También se opondría a la creencia de Gilbert en la rotación terrestre, -que también había sido rechazada anteriormente por Cabeo en su Philosophia Magnetica-, y cree firmemente en la existencia de una "vis atractiva", de un "Imán del Universo", verdadero motor divino de la Creación. Kircher publicó un libro, Mundus Subterraneus, enteramente dedicado a lo que hoy llamaríamos Geología. La influencia principal de Kircher en esta materia la encontramos en tratadistas clásicos como Alberto Magno y fundamentalmente Agrícola. La obra más importante de Georgius Agrícola, De re metallica libri XII, no trata sólo de mineralogía y ciencias afines, sino también de los procesos morbosos que provocan los metales, convirtiéndose en un libro precursor de la medicina del trabajo. El Mundus Subterraneus se gesta a raíz de su visita a Sicilia y Nápoles en el año 1637, viaje en el que tiene la ocasión de vivir directamente sus teorías volcánicas. Según Kircher, basándose en muchos aspectos en Leibniz y Descartes, el interior de la Tierra contendría un gran fuego central atravesado por canales subterráneos que emergerían en la superficie terrestre a través de los volcanes. Una similar teoría también explicaría toda una red de aguas subterráneas. La gran aportación de Kircher en el Mundus subterraneus, aunque errónea, sería su teoría de la erosión y la formación ígnea de las rocas. De fines de siglo serían dos obras "geológicas" que siguen las dos tendencias marcadas a lo largo de la centuria: la que podríamos denominar “kircheriana” a partir del Mundus subterraneus y la paracelsiana. De la primera, destaca la obra de Dominico Bottoni (1641-1731), Pirología topographica (Nápoles, 1692), mientras que la teoría paracelsiana con algunos aditamentos, sería seguida por Johann Joachim Becher (1635-1682) en su obra Physica subterránea en la que establece tres tipos de tierra, la "terra vitrescible", "terra pinguis" y "terra fluida" que se asociarían a la teoría ternaria citada anteriormente, y en la que sería clave la teoría del jlogiston ya aparecida en las obras de Sófocles y Aristóteles, y seguido por autores como Hapelius, Poppius o Helmont.
Athanasius Kircher . La Ciencia del Siglo XVII .