Cuando esto resulta claro, entonces podemos preguntar: ¿Qué es el amor? ¿El amor es placer?

¿El amor son celos? ¿El amor es posesivo? ¿El amor es dominante? la esposa dominando al marido y el marido a la esposa-. Indudablemente, ninguna de esas cosas es amor; sin embargo, llevamos el peso de ellas, y aun así le decimos a nuestro esposo o a nuestra mujer, o a quien sea, “te amo”. Ahora bien, la mayoría de nosotros somos envidiosos en una u otra forma. La envidia surge de la comparación, del medir, del desear ser algo diferente de lo que uno es. ¿Podemos ver la envidia como es en realidad, y estar completamente libres de ella, de manera que no vuelva a surgir? De otro modo no puede existir amor. El amor no es del tiempo; el amor no puede cultivarse; no es cosa de placer.

Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .

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