Se dice que en cada uno de nosotros la verdad es permanente y eterna; pero,

puesto que nuestra vida es transitoria, ¿cómo puede haber tal verdad en nosotros? Mire, nosotros hemos hecho de la verdad algo permanente. Y, ¿es permanente la verdad? Si lo es, entonces está dentro del campo del tiempo. Decir que algo es permanente implica que es continuo; y lo que es continuo no es la verdad. Ésa es la belleza de la verdad: tiene que ser descubierta de instante en instante, no recordada. Una verdad recordada es una cosa muerta. La verdad ha de ser descubierta de instante en instante porque es algo viviente, jamás es lo mismo; y, no obstante, cada vez que uno la descubre es la misma. Lo importante es no hacer de la verdad una teoría, no decir que la verdad es permanente en nosotros, y todas esas cosas que se dicen son invenciones de los viejos que tienen miedo tanto de la muerte como de la vida. Estas maravillosas teorías que la verdad es permanente, que uno no necesita tener miedo porque es un alma inmortal, etcétera- han sido inventadas por personas temerosas cuyas mentes están declinando y cuyas filosofas carecen de toda validez. El hecho es que la verdad es la vida, y la vida no tiene permanencia. La vida ha de ser descubierta de instante en instante, de día en día; ha de ser descubierta, no puede darse por sentada. Si uno da por sentado que conoce la vida, no está viviendo. Tres comidas al día, ropa, refugio, sexo, nuestro empleo, nuestros entretenimientos y nuestro proceso del pensar ese proceso tedioso, repetitivo- no es la vida. La vida es algo que tiene que ser descubierto; y usted no puede descubrirlo si no ha dejado atrás, si no ha descartado las cosas que ha reunido. Experimente a fondo con lo que estoy diciendo. Deseche sus filosofías, sus religiones, sus costumbres, sus tabúes raciales y todo eso, porque esas cosas no son la vida. Si está atrapado en ellas, jamás descubrirá la vida; y el propósito de la educación es, ciertamente, ayudarle a descubrir la vida todo el tiempo. Un hombre que dice que sabe, ya está muerto. Pero aquel que dice: “No sé”, que está encontrando, descubriendo, que no busca una finalidad, que no piensa en términos de llegar o de devenir, un hombre asé está viviendo, y ese vivir es la verdad.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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