Los colores engendrados por los ritmos vibratorios de esos materiales son compactos, cenagosos y sombríos.
Los matices dominantes son: rojo oscuro y verde sucio. Ningún cambiante, ni chispazo alguno hay en esos cuerpos astrales. Las diversas pasiones se manifiestan en forma de vagas oleadas pesadísimas, o muy violentas, como relámpagos. Así la pasión sexual producirá una oleada de carmín sucio, y la ira un relámpago rojo siniestro.
Annie Besant . La sabiduría antigua .