Pon, sin embargo, en todas estas obras diferentes la sumisión más completa a las voluntades
de quien te las envía. Procura o, mejor dicho, no olvides que debes realizarlas todas en su nombre y, si quieres conocer ahora un profundo secreto, no salgas jamás en pensamiento y en espíritu de esta región suprema. Une continuamente los tres nombres eternos y los que no salen jamás de su recinto Divino con los tres nombres Divinos temporales que dirigen las tres operaciones temporales. Este será el medio de ser como Dios en la eternidad y en el tiempo, a la vez. Lo que estoy proponiéndote tiene tan poco de imposible que puedes hacer en ti mismo la experiencia más segura, observando la semejanza que hay entre las facultades internas y externas de tu espíritu, tema que necesitaría toda una obra en exclusiva y que. por esta razón, no trataremos en este escrito.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .