En realidad, lo vemos bien claro en la naturaleza, donde se transmite a todas las

plantas el mismo aire y la misma fuente de vida y, sin embargo, unas nos lo devuelven con bálsamos y perfumes y otras corrompido e infectado, pero no es esta imagen dolorosa lo que produce la verdadera aflicción del hombre nuevo, sino ver que el hombre desafortunado ofrece a nuestros ojos el mismo cuadro, pero con colores cien veces mas llamativos y propios para llenar de desolación todas las sustancias del espíritu.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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