Los árboles están repletos de flores. Incluso aquí arriba, en la ligera brisa que asciende

desde el valle, llega a percibirse el aroma de los azahares, y si uno mira hacia abajo, ve el valle lleno de naranjos y siente el aire quieto, intenso e inmóvil que ahí se respira. Pero uno ha dado con algo que es lo más precioso, que jamás puede ser revelado a otro. Otros puede que lo encuentren, pero uno lo posee, lo conserva y lo adora.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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