Además, no hay ninguna duda de que esta sangre en la que nada llegara a

restablecer, en todos los puntos de su ser, la vida que les falta y la fuerza y la seguridad que necesitan para conservar intacto el interior del lugar y escapar del furor de los que lo atacan y lo persiguen, ya que, si su ser es el compendio universal de todo lo que hay en los dos mundos, es preciso que recupere todas las medidas que le corresponden en esta relación y que, de este modo, los dos mundos que hay en él restablezcan sus relaciones su equilibrio y sus facultades originales.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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