Uno ve que la mayoría de nosotros se halla en conflicto, vive una vida de
contradicción, no sólo exteriormente, sino también en lo interno. La contradicción implica esfuerzo [...]. Donde hay esfuerzo, hay pérdida, pérdida de energía. Donde hay contradicción, hay conflicto. Donde hay conflicto, hay esfuerzo para superar ese conflicto, lo cual es otra forma de resistencia. Y donde uno ofrece resistencia, se engendra también cierta forma de energía; ustedes saben, cuando resisten a algo, que esa misma resistencia genera energía [...]. Toda nuestra acción se basa en esta fricción entre lo que «debo» y lo que «no debo». Y la energía que engendra esta forma de resistencia, de conflicto, si uno la observa con mucho detenimiento, verá que es muy destructiva, nada creativa [...]. La mayoría de las personas vive en estado de contradicción. Y si alguien posee un don, un talento para escribir o pintar o hacer esto o aquello, las tensiones de esa contradicción le proveen la energía para expresarse, crear, escribir, ser. Cuanta más tensión hay, mayor es el conflicto y mayor es la energía que éste suministra; y eso es lo que llamamos creación. Pero no es creación, en absoluto; es el resultado del conflicto. Afrontar el hecho de que estamos en conflicto, en contradicción, traerá consigo esa calidad de energía que no es producto de la resistencia.
Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .