Es obvio que el conflicto existe debido a la contradicción en nosotros mismos, la cual
se manifiesta exteriormente en la sociedad, en la actividad del “yo” y del “no yo”; es decir, el “yo” con todas sus ambiciones, impulsos, empeños, placer, ansiedades, odio, competencia y temores, y lo “otro”, que es el “no yo”. Existe también la idea acerca del vivir sin conflictos o sin deseos contradictorios, empeños y urgencias. Si nos damos cuenta de esta tensión, podemos ver en nosotros mismos los tirones de las demandas contradictorias, de las creencias opuestas, de las ideas y empeños.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .