Pero esta gran obra, que abarca todos los tiempos, todas las regiones y todas las
generaciones de la familia humana, ha tenido que actuar desde el principio para arrancar la presa al enemigo, que se la había llevado de antema- no a la casa de servidumbre o a la tumba. Ha tenido que actuar desde entonces para quitar de las manos de este enemigo las víctimas que atrapaba cada día y se llevaba también a sus sombrías moradas. Finalmente, seguirá actuando en el futuro para impedir que este enemigo pueda apoderarse tan fácilmente de nuevas víctimas o que, por lo menos, no pueda venir a cogerlas hasta el redil. Y no dudemos que no es ése el espíritu de las tres épocas de las leyes de restauración entre los hombres, el espíritu de la triple manifestación de la sabi- duría eterna en el tiempo y el trinario que caracteriza esencialmente todas las operaciones que se han realizado, o simplemente anunciado, y figurado por los diversos elegidos que, de formas diferentes, ha enviado esta sabiduría eterna a la tierra, para liberar a los mortales, para aliviarlos y para instruirlos.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .