El misticismo de Israel es el que suministró los fundamentos del Ocultismo Occidental, y es
el que forma la base teórica sobre la que se desarrolla todo el ceremonial. Su famoso jeroglífico, el Arbol de la Vida, es el mejor símbolo de meditación que poseemos, porque es el más comprensible. No es nuestra intención escribir un estudio histórico de las fuentes de la Cábala, sino más bien enseñar el uso que se hace de ella por los estudiantes modernos de los Misterios, porque si bien las raíces de nuestro sistema están en la Tradición, no hay razón alguna para que quedemos esclavizados por ella. La técnica que se está practicando actualmente es algo que está en pleno desenvolvimiento porque la experiencia de cada trabajador la va enriqueciendo y se convierte así en parte de la herencia común. Tampoco es necesario para nosotros hacer ciertas cosas o sostener determinadas ideas porque Los Rabbis que vivieron antes de Cristo hayan tenido ciertos puntos de vista. El mundo ha seguido su marcha desde entonces y nos encontramos bajo una nueva dispensación. Lo que entonces era verdad en principio, lo sigue siendo ahora, y, por lo tanto, es del mayor valor para nosotros. El Cabalista moderno es el heredero de los antiguos Cabalistas, pero tiene que reinterpretar la doctrina y formular nuevos sistemas a la luz de la dispensación actual, si es que la herencia que ha recibido, representa un valor práctico para él. No proclamamos tampoco que Las enseñanzas Cabalísticas modernas, tal como las hemos aprendido, sean idénticas a la de los Rabbis pre-Cristianos pero sí podemos afirmar que son descendientes legítimas de aquéllos, con el desarrollo que ha sobrevenido después, naturalmente.
Dion Fortune . La Cabala Mistica .