Tal como es nuestra vida cotidiana, así es nuestra sociedad. ¿Comprenden, señores? La sociedad no

es diferente de nosotros, de lo que somos, de lo que hemos sido; o sea, es la comunidad en que vivimos. El desorden social existe porque somos desordenados en nuestra propia vida. Sin embargo, el orden no puede surgir por medio de la organización intelectual, a través de un plan; hemos intentado todas estas cosas por miles de años; son muchísimos los seres humanos que se han esforzado por crear una nueva sociedad, una comunidad nueva, una nueva forma de vivir, y todos ellos han fracasado y siempre fracasarán, porque construyen sobre una fórmula, sobre un concepto, sobre una ideología. Vamos, pues, a averiguar si podemos dedicar nuestros corazones a resolver este problema de la existencia: la tortura diaria del vivir, la diaria desdicha, la diaria confusión, las efímeras alegrías y los placeres pasajeros, a todo lo cual llamamos vida. Ustedes no pueden resolver eso sin comprenderlo, y comprenderlo es amarlo. Pero no pueden amarlo si no saben qué implica la separación y qué significa estar relacionado; vamos a examinar eso, no de manera intelectual o verbal, sino de hecho. Hacer esto es mirar, observar en qué consiste nuestra presente relación, la relación cotidiana con nuestra esposa, con nuestra familia, con nuestro jefe, con nuestro vecino, y ver si es de algún modo posible ir más allá de esta separativa y limitada existencia.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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