Se puede poner un interruptor en la mente y apagarlo cuando no se necesite. Sirve

para un par de cosas: te proporcionará una paz y un silencio que jamás habías experimentado, y un conocimiento de ti mismo que, a causa de tu mente, que no para con su cháchara, no podrías alcanzar. Siempre te ha tenido entretenido. Y además, dejaría descansar a la mente. Y si se puede dar descanso a la mente, tendrá más capacidad para hacer cosas con mayor eficacia, más inteligentemente. De modo que te beneficiarás por ambos lados, por el lado de la mente y del ser; solo tienes que aprender a hacer que la mente deje de funcionar, a decirle: «Ya está bien. Vete a dormir; pero no te preocupes, que yo estoy despierto».

Osho . El libro del ego .

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