Veámoslo, por otro lado, «de pie sobre la montaña de Sión, con las ciento cuarenta
y cuatro mil personas que tengan el nombre del cordero y el nombre de su padre escrito en la frente y canten el cántico nuevo delante del trono, como si hubiesen sido rescatados de la tierra, porque su voz será parecida a un ruido de mucha agua y al ruido de un trueno enorme y no hará nada más que como un solo sonido de muchos músicos que tañen sus arpas. Pero no se ha encontrado mentira en su boca, porque están puros y sin mancha ante el trono de Dios».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .