Pero muy distinto es entrar en el sendero que conduce al conocimiento de lo que
debe hacerse, discerniendo acertadamente entre el bien y el mal; y también conduce al hombre al punto en que le es posible hacer cuanto bien desea, sin ni siquiera a veces levantar en apariencia un dedo de la mano. Además, hay un importante hecho que le conviene conocer al estudiante, y es la enorme y casi ilimitada responsabilidad asumida por el instructor en beneficio del discípulo. Desde los gurús orientales hasta los pocos cabalistas de países occidentales que enseñan los rudimentos de la ciencia sagrada, ignorantes muchas veces del riesgo a que se exponen, todos los instructores están sujetos a la misma ley inviolable. En cuanto empiezan a enseñar de veras y confieren tal o cual poder o facultad a sus discípulos, sea de índole física, psíquica o mental, cargan sobre sus hombros todos los pecados del discípulo, ya de omisión, ya de comisión, que se refieren a las ciencias ocultas, hasta el momento en que el discípulo llega a Maestro, y es directamente responsable. Hay una mística y fatal ley religiosa que reverencian y observan los cristianos de la Iglesia griega, que tienen medio olvidada los de la romana y está absolutamente abolida entre los protestantes.
H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .