Una vez conseguida la perfección en esto, cuando no tenga ni deseo ni repugnancia por
ningún objeto, no engendrará más Karma Al cesar de pedir cualquier cosa de la tierra o del cielo, ya no le llamarán ni una ni otro No desea nada de lo que le puedan dar, y rompe así todo lazo común entre ellos y él. Tal es la cesación del Karma individual, al menos en lo que respecta a la producción de nuevo Karma.
Annie Besant . La sabiduría antigua .