Como uno estaba de pie a la orilla, en un parque bien cuidado, se encontraba

muy cerca del agua, un agua absolutamente incontaminada cuya estructura y belleza parecían penetrar dentro de uno. Se podía percibir el aroma del aire suavemente fragante y del verde césped, y había una sensación de unidad con ello mientras uno se movía con la lenta corriente, con los reflejos y la quietud profunda del agua.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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