Me gustaría hablar de algo que considero muy importante; al comprenderlo quizá podamos tener, por
nosotros mismos, una percepción total de la vida sin fragmentación alguna, de modo que seamos capaces de actuar de manera total, libre y gozosamente. Siempre estamos buscando alguna forma de misterio porque estamos muy insatisfechos con la vida que vivimos, con la superficialidad de nuestras actividades que tienen muy poco significado y a las cuales tratamos de darle una significación, un sentido. Pero eso es un acto intelectual que, por lo tanto, sigue siendo superficial, falso y en última instancia, vacío. Y a pesar de que sabemos todo eso que nuestros placeres terminan muy pronto, que nuestras actividades cotidianas son una rutina; sabiendo también que nuestros problemas, tantos de ellos, tal vez nunca sean resueltos; sabiendo que no creemos en nada, y que no tenemos fe en los valores tradicionales, en los maestros, en los gurús, en las sanciones de la iglesia o de la sociedad- conociendo todo esto, la mayoría de nosotros está siempre explorando o buscando, tratando de encontrar algo que en realidad valga la pena, algo que no esté contaminado por el pensamiento y que realmente tenga un extraordinario sentido de belleza y de éxtasis. Me parece que la mayoría de nosotros está tratando de buscar algo duradero, que no sea fácilmente susceptible de corrupción. Desechamos lo que es obvio y existe un hondo anhelo no emocional o sentimental- un inquirir profundo que podría abrir la puerta a algo que no está en la medida del pensamiento, que no puede ser clasificado en ninguna categoría, fe o creencia. Pero, ¿tiene algún sentido la búsqueda, la exploración?.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .