Los aceptan con resignación sacando de ellas el mejor partido posible, evitando las inquietudes y
cuidados que el ignorante agrava su situación, ya penosa de por sí. Comprende que sus existencias futuras dependen de sus propios esfuerzos, y que la ley que le proporciona sufrimiento le dará igualmente la dicha si siembra la semilla del bien. De aquí una gran paciencia y una concepción filosófica de la existencia que tienden directamente a asegurar la estabilidad social y el general contento.
Annie Besant . La sabiduría antigua .