“Mi educación”, continuó diciendo, “ha hecho que mi mente sea más bien lerda. Esa educación

ha cultivado mi memoria y probablemente nada más. He recibido varios títulos pero todo eso me ha dejado un poco árido y vacío. Me parece estar perdiendo todo sentimiento, todo interés, y creo que estoy cayendo en una rutina; y puedo ver que mis actividades sexuales también se están volviendo parte del mismo patrón. No sé qué hacer. Después de escucharlo el otro día, pensé que tal vez conversando de estas cosas con usted podría librarme del peso muerto de mi trabajo y de mis hábitos cotidianos. Como soy bastante joven podría cambiar mi trabajo, pero sé que por interesante que el otro pudiera ser, pronto se convertiría en una rutina. Mi esposa y yo hemos conversado sobre esto. Ella no pudo venir esta mañana, así que hablo por ella tanto como por mí mismo”. Él tenía una sonrisa agradable y la sociedad todavía no lo había destruido.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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