Voy a citarte un ejemplo: Una de mis estudiantes estaba atravesando un problema y siendo
ella muy espiritual le dije que afirmara sus derechos y justicia. Siguió mi consejo y empezaren a pasarle cosas a aquellos que querían obrar injustamente con ella. Por su bondad de alma, comenzó a arrepentirse y a desear que no hubiera pedido justicia. Vino a mí y me dijo: «¿Qué debo hacer?». Y yo le contesté: «Afírmese en el decreto que usted ha hecho. Usted no es responsable de las lecciones que tienen que aprender los individuos que la han dañado, de manera que déjeles recibir sus lecciones y no permita que esto la perturbe».
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .