Continúa Kircher con la descripción de sus experiencias como los terremotos de Messina, con las
erupciones del Etna y del Strómboli, así como las exploraciones del monte Vesubio y de las demás islas. Y concluye: "Una vez observadas todas las sobredichas obras de la naturaleza y sus prodigiosos efectos subterráneos, empecé a pensar qué fuerza podría haber en la economía subterránea para hacerla capaz de tan grandes y potentes cosas y muchas veces sonreía para mis adentros pensando en la falsa persuasión de los que creen que Dios hizo por casualidad el Geocosmos del limo de la tierra, uniendo fortuitamente el barro, más bien que por un plan perfectamente formado; estos mismos son los que creen que todo el interior de la Tierra es muy simple y que la naturaleza no tiene en su interior recoveco ni acueducto alguno, sino sólo limo y barro que tras el Diluvio se condensaron como un cuágulo de queso al secarse y desprender el suero; por lo demás, creen que la Tierra es como un queso inútil y consolidado" (A. KIRCHER: Prefatio a Mundus Subterraneus. Capítulo III: Sobre la exploración que hizo el autor al monte Vesubio y de las demás islas. Escrito en 1660 y publicado en 1665) [SIERRA, 1981: 28].
Athanasius Kircher . El Geocosmos .