Por el bien de aquello que queremos hacer, ¿tenemos que olvidar el deber hacia nuestros
padres? ¿Qué entiende usted por esa extraordinaria palabra “deber”? ¿Deber hacia quién? ¿Hacia sus padres, hacia el gobierno, hacia la sociedad? Si sus padres le dicen que su deber es recibirse de abogado y mantenerlos como corresponde, y lo que usted quiere realmente es ser un sannyasi, ¿qué hará? En la India, ser un sannyasi es seguro y respetable, de modo que su padre tal vez accediera a eso. Cuando usted se pone la túnica del asceta, ya se ha vuelto un gran hombre, y su padre puede aprovecharse de ello. Pero si usted quiere trabajar con sus manos, si desea ser un simple carpintero o fabricar bellas cosas en arcilla, ¿dónde reside, entonces, su deber? ¿Puede alguien decírselo? ¿No debe, acaso, considerarlo cuidadosamente usted mismo, viendo todas las implicaciones que contiene, de modo que pueda decir: “Esto que siento es lo que verdaderamente tengo que hacer, y me atendré a ello estén o no estén de acuerdo mis padres”? No acatar meramente lo que sus padres y la sociedad quieren que haga, sino considerar realmente las implicaciones del “deber”; ver con mucha claridad qué es lo verdadero y atenerse a ello durante toda su vida, aun cuando pueda significar hambre, miseria, muerte hacer eso requiere muchísima inteligencia, percepción, discernimiento, y también mucho amor. Vea, si usted mantiene a sus padres sólo porque piensa que ése es su deber, entonces su acción de mantenerlos es una cosa del mercado sin ninguna significación profunda, porque en eso no hay amor.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .