Pues sabe que lo ETERNO no conoce cambio alguno. «Aléjate para siempre de las ocho

espantables miserias. De no hacerlo, con seguridad no puedes tú llegar a la sabiduría, ni aun a la liberación», dice el gran Señor, el Tathágata de perfección, «aquel que ha seguido las huellas de sus predecesores». Rígida y exigente es la virtud del Virâga. Si su sendero quieres ganar, debes mantener tu mente y tus percepciones mucho más libres que antes de matar la acción.

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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